El sentido de la vista es uno de los más importantes para la vida de las personas. Los ojos captan la luz, las formas y los colores de nuestro entorno, ayudándonos a entender y percibir todo lo que ocurre a nuestro alrededor.

Por todo esto es fundamental que la cuidemos y estemos atentos a los posibles problemas que puedan surgir. Es muy importante hacer la primera visita al optometrista cuando somos pequeños. Esto, nos ayudará a prevenir o, en el caso de detectar alguna anomalía, comenzar a tratarla a tiempo.

 

La primera visita en edad escolar

Los problemas de visión comienzan a darse cuando los niños empiezan a desarrollarse. Se recomienda tener la primera revisión visual a los 3 años. No obstante, si no se ha realizado, o detectado alguna anomalía antes. Se debe comenzar a realizar revisiones cuando se comienza la edad escolar (entre los 4 y 6 años). Es en ese momento cuando comienza el periodo de aprendizaje y maduración de los niños y se enfrentan a nuevas exigencias.

Las enfermedades oculares no detectadas, ni tratadas, repercuten en la calidad de vida. Esto puede afectar al rendimiento escolar, las relaciones sociales e incluso pueden generar malestares físicos, como dolor de cabeza. ¡Evaluar la vista es clave!

 

La importancia de las revisiones periódicas

Una vez realizadas las primeras revisiones, si no se detecta ninguna patología, la mayoría de las personas caemos en un gran error, dejar de prestarle atención a nuestros ojos.

En general, solemos acudir al médico cuando tenemos algún síntoma o tenemos malestar, pero en el caso de la vista es fundamental ir de forma periódica para garantizar la salud y tratar a tiempo posibles patologías que se pueden ir desarrollando en el crecimiento o al llegar a la edad adulta.

En el examen optométrico, el especialista realiza pruebas para conocer cómo actúa y funciona el sistema visual del paciente. Estos tests permiten detectar la miopía, hipermetropía, astigmatismo, problemas acomodotativos, de motilidad ocultar, binoculares o de percepción, entre otros.

 

¿Cada cuánto tiempo debo realizar mi visita al optometrista?

Por lo general, es recomendable visitar al optometrista, al menos, una vez al año. Aunque esta frecuencia dependerá de las características de cada persona. Por ejemplo, sin problemas previos, se recomienda que desde que somos niños hasta los 20-25 años, se realicen revisiones de forma anual. Después, si no se han detectado problemas, podemos hacerlas bianuales hasta que lleguemos a una edad adulta. En la edad adulta si se recomiendan las visitas anuales, pues es más frecuente la aparición de problemas propios de la edad, como la presbicia o las cataratas.

Es importante que si presentas cualquiera de los siguientes síntomas acudas lo antes posible a tu optometrista:

  • Visión borrosa o doble
  • Lagrimeo u ojos rojos
  • Estrabismo
  • Niños con rendimiento escolar bajo
  • Antecedentes familiares de problemas visuales

 

Ahora que ya sabes de la importancia de visitar al optometrista, un buen propósito para el año nuevo es pedir cita para evaluar tu vista. En CREALENS te ayudamos a cuidar la salud de tus ojos.