La postura, la iluminación, el espacio de trabajo… Todos estos factores afectan directamente a nuestra salud visual. Y aún más a la de los niños, que están en plena edad de desarrollo. Por eso, resulta fundamental poner especial atención durante esta etapa, para evitar así posibles anomalías en el futuro.

De hecho, es desde los seis hasta los doce años de edad cuando se da la madurez del sistema visual. Donde debe consolidarse una visión eficaz. En estos años los más pequeños comienzan el colegio y aumentan sus demandas. Pasan más tiempo concentrados, con la mirada fija, usando pantallas u otros dispositivos electrónicos, etc. En muchas ocasiones, cuando un niño tiene dificultades de aprendizaje puede estar estrechamente relacionado con la visión. Si no se tiene una buena eficacia visual o un buen procesamiento de la información, esto puede afectar al rendimiento escolar.

Es por ello que, desde Crealens, hemos preparado una serie de consejos visuales para niños, para que los pongas en práctica y así ayudes a cuidar la visión de tus hijos.

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¿Cómo cuidar la salud visual en los niños?

  1. Es importante tener una buena iluminación mientras que se realizan tareas como leer, escribir, dibujar… Siempre que sea posible, es mejor utilizar la luz solar para estudiar. Y si se va a usar luz artificial, ésta debe ser homogénea y que venga desde el techo, para así evitar sombras.
  2. Mantener una buena distancia cuando los niños están realizando las tareas es fundamental para obtener la máxima eficacia visual. Si notas que tu hijo se pone demasiado cerca de los objetos o ladea la cabeza, esto puede significar que tenga algún problema de visión. Para saber cuál es la distancia ideal, puedes seguir la regla de la distancia de Harmon. Ésta dice que el niño debe colocarse del objeto a la misma distancia que hay entre su codo y sus nudillos. Esto suelen ser a unos 30 o 40 centímetros.
  3. Otro punto a tener en cuenta es la zona de estudio. Tanto la mesa como la silla deben de cumplir una serie de requisitos para garantizar una óptima salud visual. La mesa de estudio debe tener una inclinación de unos 20 grados para que el niño no fuerce demasiado el cuello y termine teniendo dolores de espalda o de cabeza. Asimismo, la mesa tiene que tener una altura determinada dependiendo de la estatura del niño. De modo que no tenga que encorvarse o elevar los hombros. La altura correcta es la que se da cuando al pegar los brazos al cuerpo y apoyar los antebrazos sobre la mesa, en el codo se forme un ángulo de entre 95º y 105º. En cuanto a la silla, esta debe de tener respaldo, que sea regulable y que cuando el niño se siente, sus pies queden apoyados planos sobre el suelo, con las rodillas dobladas en un ángulo de 90º aproximadamente.
  4. Resulta conveniente que el niño haga descansos mientras está estudiando o haciendo deberes. Debe hacer una parada de 15 minutos por cada hora de estudio aproximadamente. Esto le ayudará a relajar la visión. Del mismo modo, también es recomendable seguir la regla de 20/20/20. Esto es que cada 20 minutos de trabajo en cerca, se descansa 20 segundos mirando a 20 metros (al infinito lo más lejos posible).
  5. Enseña a tu hijo a que debe parpadear más a menudo. Hoy en día pasamos mucho tiempo delante de pantallas. Esto puede aumentar la sequedad en los ojos, ya que nos quedamos más tiempo con la mirada fija. El parpadeo es una solución de lubricación natural y que también nos ayuda a limpiar nuestros ojos.

 

Si sigues estos consejos notarás cómo tu hijo reduce la fatiga visual y tiene un mejor rendimiento. No obstante, es muy recomendable hacer una revisión preventiva en niños de edad escolar para valorar su eficacia visual.

 

En Crealens somos pioneros en las técnicas más avanzadas de diagnóstico y tratamientos oculares. Además, somos especialistas en Optometría Pediátrica.

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